Tal vez sea por el uso del lenguaje, pero tendemos a confundir el pulido con el acristalamiento, dando por hecho en algunas ocasiones que se trata de lo mismo, y las empresas de pulido de suelos en Valencia lo saben muy bien. A tenor de las peticiones de los clientes, llegaron a la conclusión de que en muchos casos se tienden a confundir estas acciones, cuando son cosas muy diferentes.

En general, las demandas principales a las empresas de pulido de suelos en Valencia van encaminadas a la reparación de determinados suelos. En el caso de la pulimentación, cabe destacar que el objetivo es quitar arañazos y desperfectos en suelos que vuelven al estado original, no sin antes pasar por los efectos de unos productos dirigidos primero a la eliminación de desperfectos y a la recuperación del brillo después. Con un buen pulido, los suelos vuelven a tener la apariencia inicial, ya sean nuevos o antiguos.

El diamantado de suelos, sin embargo, no es más que la aplicación de un producto profesional tanto en suelos nuevos como viejos que no presenten demasiados desniveles. El diamantado se usa principalmente para tapar los poros y dejar las superficies de los suelos finas y preparadas para la cristalización. Digamos que se trata del paso previo para la recuperación de un brillo con efecto espejo.

La cristalización finalmente se usa como segundo tratamiento tras el diamantado o bien como tratamiento principal, especialmente en suelos como el mármol o el terrazo. La finalidad es dotar a los suelos del efecto espejo o cristal que tanto embellece cualquier solado de tipo calcáreo. Tras los tratamientos, una mopa y un enjuague con agua y jabón neutro bastará.

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